|
Imagen tomada de https://www.pinterest.es/pin/717831628080672148/ |
Hemos
aprendido a vivir con los estándares de mujeres y hombres impecables,
destinados al éxito: casa, trabajo, amigos inseparables, fines de semana en
familia, buenos modales, buenos ingresos; deseamos, desesperadamente, crecer
para cumplir metas, vivimos sin verdaderas ilusiones y sueños propios,
copiando y conformándonos con tan poco.
Acorralados
en redes sociales, nuevas tendencias de moda, estereotipos de seres humanos sin
Dios, o con un Dios de terremotos y castigos, entre más libres creemos ser, más
esclavos somos, buscando verdades a medias, apuntando a los que no están de
acuerdo con nosotros, opinando mordazmente y con maldad, sin saber el calvario
que cada uno vive en su propio cuerpo; los que son muy conservadores viven
tirando piedras y serpientes a los liberales, y los liberales viven tirando
lanzas y rayos malditos a los conservadores. Vivimos en la tierra del apremio
por tener la razón, acomplejados e infelices.
Somos
aves amarradas, con cuerditas de moral o libertinaje, que al desplegar las alas
se nos prohíbe volar.
Pero haz
lo que te dé la gana, sé feliz y vuela. Desordénate el pelo y las ideas, baila
descontroladamente sin importar donde quedaron los zapatos o la cartera, viaja
por tu mente en libros, viaja con tu cuerpo a lugares que al mirarlos te
llenen, has cosas que realmente te hagan crecer; estudia, pinta cuadros de
colores que quieres en tu vida, escribe para alguien en algún lugar del mundo,
cose tus sueños y amárralos a tu corazón, si quieres perforarte las orejas o
raparte la cabeza, hazlo. Ayuda y también se egoísta, piensa alguna vez solo en
ti.
Aprende a
vivir con tu oscuridad y con tu luz, y disfrútate, vive sin complejos, vive en
anarquía y que los demás piensen lo que les dé la gana.
¿Tienes
una lista de cosas que quisieras hacer antes de morir? ¡Yo ya la tengo! Anímate
a vivir.